Zaira Chaparro continúa su evolución en Buenos Aires, luego del trasplante de médula ósea al que fue sometida. Preocupa la aparición del “injerto contra huésped”.
Zaira Chaparro, la ramirense de 4 años que durante un año estuvo en el Hospital Garrahan de Buenos Aires a la espera de un trasplante de médula ósea, fue intervenida quirúrgicamente el miércoles 17 de junio.
Su caso cobró notoriedad al conocerse la noticia de que poco antes de cumplir 3 años, le diagnosticaron mielodisplasia, enfermedad causada por una deficiencia en la médula ósea que genera una disminución en la producción de glóbulos rojos y que tiene al trasplante de médula como única cura.
El tiempo pasó y su evolución continúa. Su familia recientemente se mostró preocupada por la posible aparición del denominado “Injerto contra huésped”. “Estamos en la etapa de controles. Nos preocupa que Zaira está sin apetito últimamente y estamos alertas por ese tema. Sabemos que es algo que podía suceder, pero uno siempre espera que no pase, porque complica todo y es un paso hacia atrás una manifestación del injerto contra huésped”, comentó el papá de la pequeña, Juan Chaparro, a Paralelo 32.
En un lenguaje simple, el injerto “ataca su nueva casa” y los médicos lo que intentan es mantener dormida la médula para que el cuerpo siga generando glóbulos. Al describir el estado de su hija, Chaparro indicó que “Está estable y sus hemogramas vienen bien según nos explicó el grupo de médicos que la atiende. De todas maneras, debemos estar pendientes de su estado, con controles diarios. Se encuentra de alta hospitalaria, en un hotel junto a nosotros, a pocas cuadras del Hospital Garrahan, como lo requieren los médicos. De todas formas, no se puede hablar de “tranquilidad” en estos casos, solo de confianza en Dios y de fe”.
El papá de Zaira aclaró a este semanario que “Zaira necesita cuidados especiales. Ella no puede viajar en transporte público, por ejemplo, y no puede estar en lugares donde se aglomera mucha gente, para evitar riesgos que compliquen su evolución. Estamos pendientes de ella, de cada paso que dé en todo este tramo. Pedimos que sigan orando por ella, para que Dios la siga fortaleciendo y sosteniendo como hasta ahora, y les pedimos que también oren por los demás chicos del hospital, que son muchos y necesitan de nuestras plegarias. Dios responde y lo vivimos en carne propia con la evolución de Zaira”, dijo.
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